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» » » Torreciudad, algo mas que un Santuario.

Retumbaban tambores de guerra esta mañana en Montserrat, en forma de truenos amplificados por los ecos de la montaña que finalmente  nos despedía con un espectáculo de fuegos artificiales a modo de tormenta eléctrica haciendo aun mas inolvidable, si cabe, nuestra estancia en esta mágica montaña.

Gracias por todo amigos!






Seguramente la gente que alguna vez haya empezado algún tipo de entrenamiento en cualquier disciplina deportiva desde un nivel inicial muy bajo se puede haber desesperado viendo lo que le costaba emprender la actividad elegida, sobre todo si la carga aeróbica de ésta era importante. Cuando Guti y yo hablamos sobre la estrategia a seguir estos 21 días para conseguir una buena recuperación día a día teníamos muy claro que lo mas importante sería no forzar demasiado la maquina al correr el riesgo de pagarlo en días sucesivos a causa del escaso entrenamiento realizado para ello por los diversos compromisos adquiridos en las semanas previas a la salida.
Foto con la Subdelegada del Gobierno y el comandante de Lleida.

Guti y D. Javier Mora
La capacidad de adaptación de la mente y el cuerpo humano nunca nos dejará de sorprender, sirva esto como ejemplo para todos aquellos que piensan en arrojar la toalla al poco de haber iniciado alguna actividad, ya no deportiva, sino en cualquier ámbito de la vida cotidiana; un día en el que pensábamos se pagarían los esfuerzos de las dos últimas jornadas, las exigencias del guión hacían que Guti se presentase en Lleida, km 100, con mas de 35km/h de media, muestra de que el día a día en vez de minar la condición física no hace sino incrementarla.
Bonita instantánea del embalse de El Grado
Dejando huella allá donde va.

Vista de la torre que da nombre a Torreciudad.
Una vez cumplido el ecuador de la etapa con salida en Montserrat, nos dirigíamos ya mas tranquilos hasta Torreciudad donde nos esperaba el rector D. Javier Mora, a quien damos las gracias por todas las atenciones prestadas,  ya pasadas las seis de la tarde. Allí se realizaba una nueva ofrenda floral, esta vez a Nuestra Señora de los Ángeles en el Santuario de Torreciudad, lugar que nada tiene que envidiar a ninguno de los anteriores visitados y en el que el embalse de El Grado refleja en sus aguas cristalinas su belleza en tardes soleadas como la que hoy nos hemos encontrado aquí. Seguidamente cenabamos en la terraza de "El Tozal", una bonita hostería dependiente del Santuario.

Con el cansancio acumulados por estos tres duros días nos despedimos hasta mañana donde visitaremos Zaragoza y por supuesto la majestuosa Basílica del Pilar...

Hasta mañana!


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Peregrinación de Roma a Santiago en bicicleta de Agustín.
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